miércoles, 10 de febrero de 2010

Los manuscritos de ‘La vorágine’

La Biblioteca Nacional revelará esta semana al público cuadernos originales de la gran novela de la literatura colombiana.

Fueron entregados por un descendiente de José Eustasio Rivera.
fOTO: David Campuzano.fUENTE: El Espectador.com

"Los cuadernos tienen una composición visual tan dramática y elocuente que pudieran pasar como genuinas obras de arte plástica", dijo el investigador y curador Carlos Páramo.

"Querido don José Eustasio Rivera:

Fue difícil no sentir cierto beriberi cuando el enguantado experto en conservación de la Biblioteca Nacional apareció con los documentos que estuvieron a la deriva por más de 80 años. Ahora permanecen envueltos en suave papel desacidificado, de pH neutro, y pegado con cintas blancas. El sobre marcado como número 1 contiene un cuaderno alargado de tapa rojiza, de los que Usted también utilizaba para llevar la contabilidad de la hacienda de Sogamoso a comienzos del siglo pasado. Por lo que veo, resistió el frío del altiplano, el sopor de su Huila natal y la humedad de la jungla. Al abrirlo se encuentra uno con el título La vorágine, debajo un gran tachón como si hubiera querido cambiarlo y el inicio de la primera parte de la novela del realismo lírico que partió en dos la historia de la literatura colombiana, antes del realismo mágico de Cien años de soledad.

La caligrafía en tinta azul es hermosa, alterada por enérgicas enmendaduras y anotaciones al margen, siempre en busca del término más cadencioso. Palabras sobre palabras, pasadas luego a la máquina de escribir antes de lograr la versión definitiva (1924), que despiertan la curiosidad sobre su proceso creativo. Novedad en Colombia y en las decenas de países en los que generó impacto el relato definido como el encuentro de Occidente con la selva. -Previo a su temprana muerte en Nueva York, a los 40 años, Usted vio la traducción al inglés, pero le cuento que la trágica aventura de Arturo Cova se lee en portugués, sueco, ruso y hasta en chino. Si viera la bella y más reciente edición hecha en Colombia en 2006 por la fotógrafa Sylvia Patiño Spitzer-.

En cambio, inmaculada aparece la primera frase del cuaderno 1, cuya fuerza poética atrapa a los lectores, se convierte en una de las citas más reconocidas de nuestra cultura y marca el tono épico, entre moderno y posmoderno, que no decae hasta el epílogo: "Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia".

El primer borrador se cierra con una anotación Suya, avalada por su firma, entonces de abogado funcionario de la Comisión de Límites en la frontera con Venezuela: "este cuaderno viajó conmigo por todos los ríos de Colombia durante el año 1923, sus p{aginas fueron escritas en las popas de las canoas y las piedras que me sirvieron de cabecera, sobre los cajones y rollos de cables, entre las plagas y los calores. Terminé la novela en Neiva el 21 de abril de 1924".

Las manos autorizadas sacan del sobre 2 un cuaderno del mismo estilo pero cuadrado, en el que Usted bosquejó la segunda parte de su obra máxima, no la totalidad, con el mismo ritmo riguroso de escritura y reescritura. Más difícil de leer porque predominan los trazos de lápiz negro que tienden a borrarse, al parecer de forma irremediable. El tercer sobre no es menos sorprendente: protege los mapas y rutas de Sus viajes por la Amazonia, con apuntes grises de número de horas o días de viaje, nombres de trochas y crédito a los mapas del cartógrafo Hamilton Rice. Una guía para navegar "la selva de anchas cúpulas" y "los iracundos ríos", como Usted los define en Tierra de promisión, su libro de poemas.

En una hojita cuadriculada están sus travesías por el río Guaracú y sus barracas, epicentro del libro. Y en otras un documento de Franco Zapata sobre el "modo de trabajar la goma (caucho) en Brasil". Zapata y su esposa Alicia Hernández fueron los modelos reales de Arturo Cova y su amada Alicia. No sé si fue producto de la imaginación, pero al acercar la nariz a los manuscritos me pareció captar un viejo aroma a selva que se resiste a evaporarse entre los ácidos de la civilización.

A partir de esta semana sus escritos serán motivo de estudio cuando queden a disposición de los investigadores y del público, en formato digital. Los originales pasarán a una urna de vidrio como atractivo principal de la exposición La vorágine, abierta por la Biblioteca Nacional en noviembre y que seguirá gratuita hasta el mes de marzo en el centro de Bogotá.

Hallazgo trascendental

Más emocionado con el hallazgo está uno de los curadores de la muestra. Se llama Carlos Páramo -nombre para personaje novelesco-, es antropólogo de la Universidad Nacional y, como estuvo el investigador chileno y biógrafo de don José Eustasio, Eduardo Neale-Silva, vive obsesionado con descifrar el origen de cada una de las 340 páginas de La vorágine, considerada por Horacio Quiroga "el libro más trascendental que se ha publicado en el Continente". De Usted dijo el escritor uruguayo, otro maestro de los relatos de la selva: "su aliento épico no lo poseyó novelista alguno en América. Pasarán muchos años antes que nuestro Continente dé a luz un poeta de tal valer".

Páramo no duda de que los papeles Suyos serán trascendentales para despejar muchas de las preguntas sobre "el gran mito de Occidente". "No sólo valen como documento literario sino como documento histórico y antropológico, pues en varias ocasiones en un mismo cuaderno se consignan por igual pasajes de la novela en borrador y la información de primera mano que José Eustasio Rivera obtuvo durante su viaje por la Amazo-Orinoquia".

Quien se nota muy tranquilo es Sergio Calderón, el descendiente de Rivera que descubrió los legajos en el baúl de los recuerdos de la familia. Admite que se vino a dar cuenta de su importancia en 1988, año de la celebración de los cien años del nacimiento de don José Eustasio y los 60 de su muerte, luego de que la Biblioteca Luis Ángel Arango publicó un folleto dando cuenta de la existencia de las notas. Lo increíble es que desde entonces las ofreció a la citada entidad, al Ministerio de Cultura, a la Casa de Poesía Silva, a la Universidad Central y al Instituto de la Cultura del Huila, sin que nadie definiera el procedimiento para su recepción y conservación.

Apenas a finales del año pasado concretó la entrega con Ana Roda, directora de la Biblioteca Nacional. Los puso en contacto Isaías Peña, experto en literatura colombiana y fundador del taller de escritores más reconocido del país. El día que Sergio llegó con los añorados originales hubo conmoción en la Biblioteca Nacional. El historiador inglés y colombianista Malcom Deas estaba de visita y celebró el acontecimiento como ninguno. Resultó fácil para el comité de evaluación verificar la autenticidad porque el descendiente de Rivera probó su conexión y porque los manuscritos lo demuestran por sí mismos. Además, en esa biblioteca reposa un original de la primera edición de la obra, enviada por Usted desde Nueva York en el primer vuelo que hubo hacia Bogotá, y una diapositiva de los cuadernos que, nadie sabe cómo, apareció entre el archivo de imágenes que donó el escritor Germán Arciniegas."

martes, 9 de febrero de 2010

Con el perdón del tiempo

La exposición Vidas minadas

Está en la Biblioteca Virgilio Barco, la exposición Vidas minadas del gran fotógrafo español Gervasio Sánchez. El fotógrafo colombiano León Darío Peláez lo entrevistó para Arcadia.

"Muchos recordarán el famoso discurso pronunciado por el fotoperiodista español Gervasio Sánchez durante la entrega de los premios Ortega y Gasset el 7 de mayo de 2008 en Madrid. Se encontraba la plana mayor del Gobierno, el presidente del Senado y centenares de personas, y donde Gervasio, trabajador incansable por años en favor de las víctimas de las minas antipersonales les recordó algunas verdades sin pelos en la lengua: "...es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la Transición encabezados por los presidentes Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten la venta de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas". Gervasio Sánchez tiene 51 años y lleva 12 desarollando el proyecto fotográfico Vidas minadas, en países como Afganistán, Camboya, Angola, Mozambique, El Salvador, Nicaragua, Bosnia-Herzegovina, Colombia, Sudán e Irak.

El proyecto ha sido publicado en forma de libro, y la exposición fotográfica le ha dado la vuelta al mundo durante los últimos dos años. Las fotografías de Sánchez narran las historias de cuatro protagonistas, tomadas en un lapso de 12 años (entre 1995 y 2007): la niña mozambiqueña Sofía Elface Fumo, diez años después de perder sus dos piernas, hoy tiene dos hijos: Leonaldo y Alia, de siete y dos años. El joven camboyano Sokheurm Man, que fue herido por una mina y perdió la pierna derecha el 10 de enero de 1996 cuando se dirigía al colegio con Chan Chun, su mejor amigo, muerto en la explosión. Diez años después nació su primer hijo, fruto de la relación con Nin Lin, una joven de 22 años a la que conocía desde la infancia. Adis Smajic fue herido en 1996 en Sarajevo con una mina que le explotó en la cara. Perdió el ojo izquierdo y sufrió la amputación del brazo derecho. "La guerra destruyó mis recuerdos de la infancia. En ella murieron mi padre, mi abuela, mi tío, mi otra abuela resultó herida, mi casa bombardeada". Hoy tiene 25 años, toca en un grupo de hip hop y juega fútbol. La niña colombiana Mónica Paola Ojeda tenía solo ocho años cuando una mina se activó a su paso en febrero de 2003 en la vereda Taracué, municipio de San Pablo al sur de Bolívar. Perdió la vista y sufrió la amputación de la mano derecha y de dos falanges de la izquierda. Siete años después se recupera en el hogar Jesús de Nazareth en Bucaramanga, donde además estudia su bachillerato. Yolanda González, directora del hogar, dice: "Al principio Mónica no levantaba la cara de la cama porque no quería que la vieran sin ojos. Después comenzó a asistir a clases de braille con un profesor particular. Es el caso más desgarrador que hemos tenido". A su paso por Colombia para la inauguración de la exposición en la Biblioteca Virgilio Barco de Bogotá, Gervasio Sánchez nos respondió estas preguntas: ¿Cómo ha sido el reencuentro con estos niños y jóvenes tantos años después de haber sido víctimas de las minas? En algunos casos yo he ido siguiendo sus historias poco a poco. Hay fotografías de Sofía Elface, la niña mozambiqueña hechas en 1997, en 2000, 2001, 2002, 2005, 2007. El bosnio Adis Smajic ha tenido siete operaciones de cirugía estética en Barcelona y yo he estado en todas en el quirófano. Los he visto crecer, han estudiado, unos se han casado, han tenido hijos, algunos han llegado a la universidad; el caso del camboyano Sokheurm, cuando su padre se enteró de que su hijo se había quedado con una pierna, lo vi llorar y le dije: 'Tu hijo con dos piernas no hubiera pasado de primaria pero con una va a llegar a la universidad', lo dije como para consolarlo y finalmente llegó a la universidad.

Es un hecho que las minas son producidas por las grandes potencias, por los países civilizados…
La guerra es un gran negocio y los que se benefician son los países más poderosos del mundo. La Comunidad Europea, por ejemplo, es la zona del mundo que más armas ligeras vende y están en todas las guerras: es la máxima exportadora de pistolas y fusiles en el mundo. Mi país, España, es la sexta potencia en venta de armas del mundo. Yo estoy totalmente escandalizado y siento vergüenza por mis políticos, que son unos cínicos, unos hipócritas que se llenan la boca de moral y de ética y luego a la hora de la verdad les venden armas a países con conflictos internos como Colombia y Venezuela; les venden armas a países que violan los derechos humanos como Marruecos y Pakistán; a países como Israel, que las lanzan contra los palestinos; a países que sistemáticamente las usan contra su propia población. Ha habido armas españolas en las favelas de Río de Janeiro… Es una vergüenza y esto se hace incluso violando la ley del control de armas del Parlamento español.

¿Cómo lo ha cambiado el contacto directo con la tragedia humana durante más de 25 años?

Cuando uno se embarca en un proyecto tan a largo plazo la percepción de las cosas va cambiando y la visión del mundo también. Uno ve la dignidad de las víctimas, cómo la gente se enfrenta al dolor. Ver la gente joven crecer después de verlos llorar, sufrir, estar a punto de morir, es algo bello muy bello. Ver a esta gente luchar por la vida, por la supervivencia, también lo madura a uno cada vez más.

¿Cómo hace un fotoperiodista para lograr tanta intimidad y tanta belleza en este tipo de fotografías en las que se puede caer tan fácil en el sensacionalismo?

En mi trabajo soy muy pausado porque no estoy obligado a la presión de los cierres que pueden tener las agencias. Por ejemplo, cuando voy a la casa de Sofía Elface, en Mozambique, no voy unas horas, ni un día… Me tiro varios días y estoy desde la mañana y la noche, por momentos me pongo a leer un libro a la sombra y cuando veo que pasa algo tomo fotografías y como ella me conoce, es como si no existiera. Ella sabe que yo nunca le voy a tomar una fotografía en una situación incómoda, si se está quitando la prótesis y se queda en bragas, no la fotografío porque es como una hija para mí. Siempre la voy a tratar con la dignidad que se merece. El día que la mujer de Adis Smajic, el chico de Sarajevo, quede embarazada, sé que primero se lo contará a su madre, luego a su suegra y al tercero que se lo contará será a mí. Sabe que yo tengo que volver a Sarajevo para fotografiar el embarazo de su mujer y estar incluso cuando tenga su hijo. Yo trato de contar historias a través de imágenes, la gente quiere saber qué pasó con ese niño tirado en una esquina o en un hospital donde le han mutilado su pierna. A todas las personas que fotografío intento presentarlas con un nombre y un apellido, para que su historia se conozca.

Como fotógrafo de guerra, ¿se ha sentido en algún momento incapaz de tomar alguna fotografía?
Un fotógrafo tiene que documentar lo que está pasando, a veces hay momentos muy duros. Yo recuerdo en Ruanda en 1994, había miles y miles de cadáveres en las calles, muertos por cólera, bebés, mujeres y niños, era terrible esa situación, pero había que documentar porque si no fotografío lo que está pasando nadie se enterará. Si muchas veces con imágenes no pasa nada, sin imágenes ya ni siquiera existe la historia.

¿Usted cree que una foto puede cambiar el mundo?
Hace mucho tiempo que perdí la virginidad. Una foto se puede sacar fácilmente; lo importante para mí es el proyecto. Una foto puede ser buena, mala o regular, puede ser parte de la suerte y ganar muchos premios, pero hacer un buen proyecto fotográfico es muy difícil y mi trabajo está dirigido en ese sentido. También es cierto que gracias a las fotos que he podido realizar con estas personas, sus vidas han cambiado, muchas personas y organizaciones se han sensibilizado. Por ejemplo, el bosnio Adis Smajic hoy tiene 25 años, ya ha recibido una treintena de intervenciones quirúrgicas, muchas de ellas por especialistas en España. Para mí es motivo de alegría oírlo decir: "Tengo una chica y puedo hacer planes de futuro con ella. Por primera vez me siento una persona, como las demás". No hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad."

miércoles, 3 de febrero de 2010

Los últimos días de La Vorágine

"Durante la segunda semana de febrero, como parte de un proyecto de celebración de La vorágine y como andamiaje para la producción de textos creativos que serán seleccionados para acompañar un libro de fotografías ( sobre "distintas fuentes de agua") en proceso de edición, hemos organizado de la mano de la Biblioteca Nacional un taller (dividido en tres sesiones, gratuito y abierto al público de la ciudad) que tendrá lugar en Bogotá los días 9, 12 y 13 de febrero (martes y viernes 6-8pm - sábado 10am). La inscripción es gratuita y puede hacerse a atraves del mail:aguadelpacifico@gmail.com, informando su experiencia e interés en participar.
La exposición estará abierta hasta el próximo 5 de marzo.

martes, 2 de febrero de 2010

Trucos para cuidar la mente

“Lleva mucho tiempo llegar a ser joven” Pablo Picasso


Foto Archivo. fUENTE El País
Un reportaje muy actual trae El País Semanal sobre el envejecimiento. Transcribo las claves para ser joven siempre, a pesar de la edad cronólogica. Así, pues, manos a la obra de cada uno con este cuerpo que nos ata en esta maravillosa vida.

"Las 7 claves de un cerebro joven

"Envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir los que andan muy ocupados" (André Maurois)

Como no todo el mundo tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de tocar el violín, vamos a ver las claves para mantener el cerebro joven a cualquier edad. Según el divulgador William Speed, hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:

1. Ejercicio. Según los especialistas en terapias antiaging, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejora el ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento. Por tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.

2. Buena alimentación. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes –frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde– no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro. Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro.

3. Aprender siempre. Aunque nuestra materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante permite mantener la agilidad. Para ello debemos procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.

4. Mantener la calma. Jeansok Kim, un investigador de la Universidad de Washington, asegura que el estrés puede dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria. En especial, el estrés crónico debilita la región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.

5. Dormir suficiente. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión "voy a consultarlo con la almohada" tiene, por tanto, mucho sentido.

6. Reír. El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace "sentir bien". La risa nos ayuda a relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.

7. Aprovechar la experiencia. Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo con millones de situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información podemos aprovecharla para afrontar problemas –nuestros o de otras personas– para los que una persona joven no está preparada."