miércoles, 30 de diciembre de 2009

Un obsequio con Italo

Hola Chicos y chicas:

Llevo tiempo sin saber de ustedes pero no les olvido en lo más mínimo. Deseo que hayan tenido una excelente navidad y que ahora que se acerca el fin de año puedan proyectarse y pedir lo que consideren más apropiado a su crecimiento personal, profesional, sentimental, artístico, en fin. Un abrazote para cada uno con toda mi energía.

Quiero dejarles un regalo de navidad y de finalización de año. Leyendo el libro de Italo Calvino, Mundo escrito y mundo no escrito de la Biblioteca Calvino de Editorial Siruela (2006), (Es un duro este hijuemadre)encontré pasajes que merecen la pena ser retomados. Este libro es una compilación de textos de él, por ello cada párrafo tiene su referencia específica. Se los lanzo, son a propósito de temas que trabajamos: escritura, voz, lenguaje, lectura, entre otros:

"No depende de los escritores sino del paso del tiempo. Cuando yo empecé a escribir, hace quince años, parecía que lo natural era escribir con objetividad: daban ganas de escribir la historia de todos los que iban por la calle. Hay momentos en los que las historias están en las cosas, es el propio mundo el que tiende a contarse a sí mismo, y el escritor se convierte en un instrumento. Y hay momentos -como hoy en día- en los que le mundo por sí solo no parece tener ganas, en los que en las historias del prójimo ya no se lee una historia general, y entonces el escritor sólo puede contar el mundo en relación con él" (Respuestas a 9 preguntas sobre las novelas, Pág 36, 1959)

"Quizá la lectura sea ya un robo. Hay algo que está ahí, encerrado, dentro de ese objeto del que se presupone que tiene algo encerrado dentro. En cada lectura hay un forzamiento, hay un robo con violencia. Naturalmente, los cuadros y las obras literarias se construyen con esa intención, para ser robados de esa manera. Igual que el laberinto está construido con la intención de que nos perdamos, pero también para nos encontremos en él" (Robos con arte - Conversaciones con Tullio Pericoli, Pág 73, 1980)

"Y el lenguaje es de la máxima importancia porque para mantener despierta la atención del lector es preciso que la voz que le habla posea cierto tono, cierto timbre, cierta viveza. La opinión más corriente es que se exporta mejor un escritor que escribe en tono neutro, pues plantea menos problemas de traducción. Pero también creo que ésta es una opinión superficial, porque una escritura gris sólo puede tener valor si el sentido de la grisura que transmite tiene un valor poético, es decir, si ese gris es una creación muy personal; de otro modo, nadie sentirá deseos de leerlo. La comunicación debe establecerse a través del acento personal del escritor, y esto también puede darse en un nivel corriente, coloquial, no muy distinto del lenguaje del periodismo, más vivaz y brillante; y se puede establecer una comunicación más intensa, más íntima y más compleja, como la de la expresión literaria" (La mejor manera de leer un texto es traducirlo, Pág 81, 1982)

"El traductor literario es el que se pone en peligro a sí mismo para traducir lo intraducible" (La mejor manera de leer un texto es traducirlo, Pág 81, 1982)

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡FELIZ NAVIDAD, PRÓSPERO AÑO 2010!

COMO LA LLAMA DE ESTA VELA, ESTÉ ENCENDIDA SIEMPRE LA ESPERANZA, QUE NO ES SINO EL MILAGRO DE LA VIDA, PARA CONTINUAR LA ESCRITURA ENTRE LA PIEL Y EL PAPEL...CON LA PERENNE BÚSQUEDA INSACIABLE DE LA FELICIDAD!


¡FELICES FIESTAS!



LES DESEA



MARCELO DEL CASTILLO

martes, 1 de diciembre de 2009

Palabras prestadas

Apreciados compañeros y compañeras del taller, los saludo desde la distancia que pone el tiempo entre nosotros. Espero que no sea más que una distancia-espejismo que se evapore cuando otra vez estemos en contacto. Me acordé de un poema de Mario Benedetti que me encanta, que fue muy útil hace algunos años para convocar un grupo que llamamos Aquelarre en Cali y aquí se los deslizo, para que lo disfruten y para que lo consideren en relación con la escritura, con los otros que nos habitan, como digo yo, con las voces de nuestros escritos, como diría Leandro, con las ficciones que podemos ser, como dirían Yonny y Luisa.

Un abrazo


POR SUERTE SOMOS OTROS

POR EL DESFILADERO inclemente y reseco
avanzamos a pobres estallidos
a opacos y alunados madrugones
a otoños inhibidos por un cielo grisáceo

a veces penetramos sin querer en la fiebre
como en una falsa vacación o delirio
pero si intentamos levantar un brazo
las bisagras crujen como antiguos rencores
y sudamos blasfemias y melancolías

somos en realidad otro desconocido
un tipo más que ignora cuándo va a tocar fondo
si en el breve mayo de las hojas secas
o en el laxo febrero de nostalgia soleada

un desconocido un pájaro que emigra
de su propio corazón un signo
que de a poco se va desdibujando
se va olvidando de su propio trazo

un desconocido un pañuelo blanco
que dice adiós a nadie a nadie a nadie
como si nadie hubiera para juntar recuerdos
para llegar a despedir al solo

un desconocido de quien no se sabe
por qué y con quién puede aún asombrarse
un resto de naufragio un capricho
de pedernal miedo que esparce a veces
semillas de coraje silencios alaridos

sólo un desconocido somos eso
algún remoto de nosotros mismos
un morral de prejuicios una bomba de tiempo
que nos explota en medio de la aleluya o del bostezo

quizás ahí está la clave

si nos sabemos magros
y ausentes y un poco traicionados
por cautelas y pautas y grandes plataformas
si adquirimos en cómodas cuotas el desastre
y empuñamos la angustia como un hacha de piedra
y además si en las duras transacciones
de cerebro a conciencia y viceversa
vacilamos y después vacilamos
y cuando el cielo escupe fuego y mierda

nos refugiamos bajo el mosquitero
y además si en el páramo ancho del insomnio
sobrevivimos a nuestro egoísmo
y nos desayunamos a vivir
y no reorganizamos la verdad
como un plan quinquenal o un orgasmo

cómo entonces si estamos tan ajenos
en nuestro traje y en nuestro esqueleto
si lo que pudimos haber sido nos vela
como un guardián de mirada implacable
memorioso guardián faro en lo abstracto
como entonces no cambiarnos en Otros

como no introducir de contrabando en ellos
las tempestades que no desatamos
los datos del amor inaccesible
los odios nobles y descomunales
ese acompañamiento del amor
que no nos atrevimos a sangrar

libres para ser Otros ni ángel ni desángel
sólo nuestra verdad imperfecta y radiante
la verdad aventura que nunca se repite
y sin embargo puede atravesarnos
como una flecha o una ideología

y no es tarea vana
inventar Otros
que tienen por supuesto rasgos nuestros
textura nuestra cicatrices nuestras
más dos o tres barbaridades llanas
y más amor que nuestro más amor
esa caricatura de nuestros imposibles
a veces nos contagia contamina
de vida nuestros pasos malmurientes

nos da confianza júbilo certezas
sinceridad hasta decirnos basta
punto final al miedo miedo a punto

y una noche sin mar ni pesadillas
los Otros
esos Otros que inventamos
los Otros nos inventan nos recrean
a su imagen y a su semejanza
nos convencen de que al fin somos Otros
y somos Otros claro
por suerte somos Otros.